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Entrenamiento en casa
Comienza el adiestramiento de tu cachorro en casa desde el principio. Establece
una rutina regular de alimentación y sácalo de paseo con frecuencia para que
haga sus necesidades, especialmente cuando se despierte. Si le ves caminar en
círculos o gimiendo cerca de la puerta, son signos seguros de que necesita
salir al exterior rápidamente.
Cuando
haya hecho sus necesidades, asegúrate de alabarle. Desde luego, pueden
producirse accidentes, pero cuando suceda no le levantes la voz; tampoco es
conveniente que le pegues o le frotes el hocico en sus excrementos. Es demasiado joven para relacionar las
reprimendas y los excrementos y, simplemente, sentirá miedo y confusión. Cuando
termine, sácalo fuera rápidamente y
felicítale
Cepillado y baño
El cepillado regular es esencial para los perros jóvenes, ya que no sólo
elimina el pelo muerto, la suciedad y los parásitos, sino que también estimula
el aporte de sangre hacia la piel, con un pelaje de aspecto más sano y brillante. Haz que el
cepillado se convierta en una experiencia agradable y aprenderá rápidamente a
quedarse quieto o sentarse sin hacer ruido, algo que también ayudará cuando
visites al veterinario. Usa un equipo especial para el cepillado del perro, no
tu viejo cepillo sin púas. En tu tienda de animales te podrán aconsejar sobre
el que mejor le convenga a tu perro, según su raza.
En cuanto al baño, hazlo sólo cuando lo necesite. Demasiados
lavados pueden eliminar los aceites esenciales de la piel, haciéndola más mate
y menos impermeable al agua. Para bañarlo, usa la bañera o la pila, algo de
agua templada y un champú de calidad. Frota su cuero cabelludo a medida que viertes
el agua sobre él. Echa suavemente el champú y acláralo. A continuación, lávale
la cabeza, procurando que no le entre agua en los ojos y oídos. Acláralo bien y frótalo con brío con una
toalla. Cuando haga buen tiempo, puedes dejarle fuera para que se seque por sí
solo; de lo contrario, seca el pelaje en un sitio cálido. Asegúrate siempre de
que tu can está completamente seco o, de lo contrario, se enfriará.
Dentición y masticación
Para ayudar a que salgan todos los dientes y deje de morder los muebles, tu cachorro
necesitará algún objeto indestructible como puede ser un hueso de goma o una
pelota para masticar. Asegúrate de que estos productos tienen el tamaño
adecuado para que no los pueda tragar. Evita los huesos de verdad, ya que
pueden astillarse y asfixiarle. Juega con tu perro y su mordedor: dáselo en
cuanto comience a morder un objeto 'prohibido' diciéndole firmemente 'No'.
Acuérdate de felicitarle cuando mastique su propio juguete.
Para controlar el sarro y la placa dental, es
aconsejable nutrirlo con un alimento seco, ya que le ayudará a aflojar los
dientes de leche y acelerar así el proceso de dentición. Si la boca de tu
cachorro es muy sensible, ablanda la comida sumergiéndola primero en agua. Es
importante que este alimento seco sea completo y equilibrado, que no necesite
suplementos extra.
Atención sanitaria
La correcta atención sanitaria debería comenzar inmediatamente y continuarla durante toda la vida
del animal. Al igual que la dieta y el ejercicio, el cuidado del cachorro
implicará controles y visitas periódicas al especialista.
Los cachorros son susceptibles a cualquier enfermedad contagiosa, por lo que es aconsejable
realizar una visita temprana a tu veterinario. Las primeras vacunas se administrarán ya a las 6-8 semanas de
vida. Para una protección completa, deberás volver al veterinario para que éste
le administre varias inyecciones.
Acostumbra al perro a ser tratado y hazle tú
mismo los controles periódicos. Comprueba sus ojos, orejas, boca, patas, uñas,
piel y pelaje. No dudes en consultar a tu veterinario si observas algo fuera de
lo normal.
Dieta y ejercicio
La dieta y el ejercicio son vitales para el bienestar de tu cachorro. Al ser
muy juguetones y enérgicos, debes asegurarte de que realizan el ejercicio
adecuado. La cantidad exacta de ejercicio variará, naturalmente, según la raza
y es el veterinario o el criador quién debe aconsejarte sobre el tema. También
es el responsable de dar al perro la nutrición que necesite desde el principio.
Como estos temas son tan importantes, se comentan más adelante en otra sección
de este manual.
Cómo detectar enfermedades
A menudo, puedes pensar que tu cachorro no se siente bien y una rápida visita
al veterinario te ayudará a confirmar que algo no marcha correctamente. Deberás
buscar los signos siguientes de una posible enfermedad:
- Pérdida
de apetito y rechazo del agua.
- Pérdida o aumento de
peso súbitos; merma de peso gradual prolongada.
- Lentitud
o rechazo a jugar o hacer ejercicio.
- Micciones
demasiado frecuentes o escasa.
- Heces
con sangre o blandas, sin forma; diarrea.
- Vómitos
persistentes.
- Salivación
excesiva o respiración irregular.
- Pelo
sin brillo.
Entrenamiento básico
A nadie le gusta un perro desobediente e incontrolado, por lo que cuanto antes
comiences su entrenamiento, mejor. Muchos entrenadores profesionales
recomiendan una clase temprana de obediencia para facilitar el proceso. Una de
las primeras cosas que deberás enseñar a tu cachorro es a reconocer su nombre. Utilízalo con tanta frecuencia como puedas para
llamar su atención: cuando le felicites y cuando le das de comer. Pronto
aprenderá a responder a su nombre cuando le llames. La repetición es importante
cuando se entrenan cachorros. Y recuerda que debes tener paciencia. Aquí tienes
algunos trucos para el adiestramiento:
- Sigue
una pauta de dos sesiones de entrenamiento cada día, de 5 minutos de
duración.
- Para
evitar la confusión, usa el mismo tono y palabras para ciertas órdenes.
Ponte serio, para que tu cachorro aprenda que debe tomarse el
entrenamiento en serio.
- Si
pierdes la paciencia, tu cachorro lo percibirá y el entrenamiento será más
difícil. Intenta estar calmado.
- Nunca
golpees a tu cachorro, ni le levantes la voz. Usa los mismos elogios
cuando proceda y un firme 'No' cuando debas corregirle.
- Termina
las sesiones de entrenamiento con un comentario alegre.
Acostumbra a tu cachorro a llevar un collar
blando desde el principio. Después de un tiempo, añade una correa corta y
ligera y déjate llevar por él sin tirar de ella durante algunos días. El
objetivo es acostumbrarle a caminar contigo sin que tire. Si
corre, o se retrasa, un suave tirón es todo lo que deberás hacer. Quédate cerca
de él para que no sienta deseos de soltarse.
Viajes con tu cachorro
La vida puede ser muy complicada si no acostumbras a tu perro a viajar en coche. Primero, acostúmbrale
a realizar pequeños trayectos de 5-10 minutos en días alternos, y poco a poco
aumenta la duración de los viajes hasta que se sienta cómodo. Haz un trayecto
de unas dos horas. Sea cual sea la duración del mismo, encontrarás útiles los
siguientes consejos.
- Lleva
a otro pasajero para cuidar del perro en los primeros viajes.
- No
le des de comer en las 2-3 horas antes del viaje.
- Sácalo
a pasear antes de salir.
- Lleva
contigo su caja favorita, la manta y los juguetes, para que se sienta como
en casa.
- Mantén
el coche bien ventilado, pero no dejes que se asome por la ventana.
- Detén
el vehículo cada una o dos horas para que haga ejercicio, beba y se
alivie.
- Premia
a tu cachorro al final del trayecto por su paciencia.
Alimentar a tu cachorro
Tu cachorro quemará una cantidad asombrosa de energía durante los primeros
meses de vida, por lo que es importante asegurarse de que recibe la alimentación más equilibrada. Piensa que tu perro
crecerá tanto en su primer año como un niño en sus primeros 14 años. Cada raza
tiene una velocidad de crecimiento, por lo que la nutrición que elijas debe
ajustarse a la especie y el tamaño del mismo. Elegir la mejor alimentación es
la clave que le permitirá llevar una vida larga y saludable, por lo que sería
una buena idea comentar la dieta con tu veterinario, el criador o en tu tienda
de animales.
Cuidado
de la salud de tu cachorro
Para evitar que nuestro animal enferme debemos
contar con la ayuda de un buen veterinario, “ELIJE BIEN A TU VETERINARIO Y UNA
VEZ HECHO ESTO SIGUE SUS INDICACIONES Y NO TE DEJES INFLUENCIAR POR NADIE MAS”
Seguramente lograrás así evitar parasitosis,
raquitismo, y enfermedades infecciosas (moquillo, parvovirus, corona-virus,
hepatitis, leptopirosis, rabia, ) si además es cuidadoso para evitar los
enfriamientos bruscos las intoxicaciones y los accidentes , casi con
seguridad su cachorrito no tendrá problemas de salud .
El cachorro tiene en su mas corta edad
anticuerpos que recibe de la madre en el CALOSTRO, que es la primera leche.
Estos anticuerpos brindan protección hasta aproximadamente los 50 días. La
madre bien vacunada da mas protección porque además de los anticuerpos
inespecíficos (gamma, globulinas sobre todo) provee a sus hijos de
anticuerpos específicos para la enfermedad contra la que ha sido vacunada .
La vacuna, para dar una explicación simple, es la
introducción en el organismo de una pequeña cantidad de virus que puede ser
vivo , muerto, o modificado. Esa pequeña agresión recibida produzca una
gran reacción del organismo que rápidamente elabora los anticuerpos específicos
para combatir la agresión. Estos anticuerpos permanecen activos largo tiempo y
si el animal fuera contagiado con ese virus ya tiene sus defensas adecuadas
para repeler y vencer al virus agresor .
¿por qué entonces enferman ejemplares ya
vacunados ? la inmunidad depende de:
1) La calidad de la vacuna: que debe ser buena y
además estar en buenas condiciones, sobre todo en lo referido a la temperatura
a que se conserva y a su fecha de vencimiento .
2) El momento en que se aplica: en un cachorro
muy pequeño , el sistema retículo endotelial (SRE) aun esta inmaduro y no es
apto para producir los anticuerpos en la cantidad y calidad que necesitan. En
un animal enfermo, debilitado por alguna enfermedad infecciosa o parasitosis o
subnutrido tampoco la inmunidad que se logra es buena y el perro no queda bien
protegido y puede contagiarse .
3)El tiempo que transcurre entre la vacunación y
el contagio. Para lograr la inmunidad se requiere que pase un tiempo (10 a 20
días según la vacuna ) para que valla un buen nivel de anticuerpos .
En resumen una “buena vacuna , bien conservada ,
aplicada en un perro sano de mas de 45 días brinda una buena inmunidad.”
Por lo tanto a los tres meses los cachorros deben
tener su primer ciclo de vacunación completo( menos rabia canina) y una
razonable protección que nos permita ya llevarlos a paseos en parques ,
exposiciones etc.
Cuida también:
LA CONDICIÓN FÍSICA: El cachorro debe estar flaco
y fuerte. Hay que evitar la gordura que produce deformaciones óseas y perros
demasiado quietos y faltos de vivacidad. Un adecuado ejercicio, criterioso y
moderado da un buen tono muscular, un perro seco y firme es el ideal. Perros
fofos y pellejudos son indeseables y dan una sensación de flojedad y
blandura general que deben ser severamente castigados. El pelaje deberá
mantenerse siempre limpio y bien cepillado. El pelo será así denso y brillante
y el cachorro bien “vestido” lucirá mejor sus condiciones.
LA CONDICIÓN MENTAL:
El perro debe ser alegre y vivaz, demostrando siempre aplomo y
seguridad en si mismo. Hay que evitar las condiciones de stress que se producen
por un cambio brusco a nueva casa y nuevos dueños y la separación de la madre y
los hermanos, al dejarlo en guarderías durante las vacaciones ;en los viajes
largos a los que no esta habituado etc. Al cachorro hay que darle mucho cariño
pero no vivir pendiente de el .Desde el comienzo debe acostumbrarse a estar
solo de a ratos y a quedarse atado tranquilo, en serena espera de su dueño
.